Cultura Olmeca
Los olmecas, o “habitantes del país del hule”, formaron la primera gran cultura mesoamericana y alcanzaron un gran desarrollo; se le reconoce como “Cultura Madre”, pues las demás basaron parte de su desarrollo en ella.
Los olmecas fueron los primeros en construir centros ceremoniales como La Venta, en Tabasco; Tres Zapotes y San Lorenzo, en Veracruz. Fueron agricultores, comerciantes, artistas y grandes constructores. Trabajaron el barro y la piedra.
Del año 300 a.C. al 200 d.C. su cultura se desintegró; esto llevó a la transformación de algunos lugares y a la constitución de otros con las nuevas culturas que se estaban formando.
Cultura Zapoteca
Los zapotecos se establecieron en los valles centrales del actual estado de Oaxaca. Monte Albán, fue el centro ceremonial construido en lo alto de un cerro y era la ciudad más importante de la región oaxaqueña.
Las mujeres y hombres del pueblo, que vivían en las aldeas, estaban obligados a entregar como tributo: maíz, guajolotes, miel y frijol. Además de agricultores los zapotecos destacaron como tejedores y alfareros. Son famosas las urnas funerarias zapotecas que eran vasijas de barro que se colocaban en las tumbas.
Los zapotecos alcanzaron un elevado nivel cultural y fueron, junto con los mayas, el único pueblo de la época que desarrolló un sistema completo de escritura. Por medio de glifos y otros símbolos grabados en piedra o pintados en los edificios y tumbas, combinan la representación de ideas y sonidos.
Cultura Tolteca
Tolteca, (en náhuatl ‘maestros constructores’), pueblo nativo de México que emigró desde el norte de lo que ahora es México, tras la decadencia de la gran ciudad de Teotihuacán, y que estableció un estado militar en Tula. Se pensó que su llegada marcó el cenit del militarismo en Mesoamérica, puesto que el ejército tolteca empleó su mayor potencia para dominar las sociedades vecinas.
El pueblo tolteca creó una refinada cultura, que incluía conocimientos sobre la fundición del metal, el trabajo de la piedra, la destilación y la astronomía.
Su arquitectura y su arte reflejan influencias de Teotihuacán y de la cultura olmeca. Los restos de Tula, a veces llamada Tollan Xicocotitlán, incluyen tres templos piramidales.
La civilización tolteca decayó en el siglo XII, cuando los chichimecas, junto con otros pueblos indígenas, invadieron el valle central y saquearon Tula. Los toltecas del sur fueron absorbidos por los mayas, a los que habían conquistado anteriormente. Hacia el siglo XIII la caída de Tula y del poder tolteca abrió el camino para la ascensión de los aztecas
Cultura Maya
Habitaron en la península de Yucatán. La agricultura constituyo la base de la economía maya y el maíz fue su principal cultivo. Estaban gobernados por una autoridad política, el halach vinic, cuya dignidad era hereditaria por línea masculina.
La cultura maya produjo una arquitectura monumental, de la que se conservan grandes ruinas en Palenque, Uxmal, Mayapán, Copán, Tikal, Uaxactún, Quiriguá, Bonampak y Chichén Itzá, entre muchas otras. Estos lugares eran enormes centros de ceremonias religiosas.
Los pueblos mayas desarrollaron un método de notación jeroglífica y registraron su mitología, historia y rituales en inscripciones grabadas y pintadas en estelas (bloques o pilares de piedra) y también se realizaban en códices de papel amate.
Entre los mayas, la cronología se determinaba mediante un complejo sistema de calendario. El año comenzaba cuando el sol cruzaba el cenit el 16 de julio y tenía 365 días; 364 de ellos estaban agrupados en 28 semanas de 13 días cada una, y el año nuevo comenzaba el día 365. Además, 360 días del año se repartían en 18 meses de 20 días cada uno. Las semanas y los meses transcurrían de forma secuencial e independiente entre sí. Sin embargo, comenzaban siempre el mismo día, esto es, una vez cada 260 días, cifra múltiplo tanto de 13 (para la semana) como de 20 (para el mes). El calendario maya, era el más exacto de los conocidos hasta la aparición del calendario gregoriano en el siglo XVI.
Cultura Azteca
Fue el pueblo que dominó el centro y sur de México, en Mesoamérica, desde el siglo XIV hasta el siglo XVI y que es famoso por haber establecido un vasto imperio altamente organizado.
Tras la caída de la civilización tolteca que había florecido principalmente en Tula, oleadas de inmigraciones inundaron la meseta central de México, alrededor del lago Texcoco. Al aumentar en número, los aztecas establecieron organizaciones civiles y militares superiores.
La sociedad azteca estaba dividida en tres clases: esclavos, plebeyos y nobles
Los sacrificios, humanos, eran parte integrante de la religión azteca. Para los guerreros el honor máximo consistía en caer en la batalla u ofrecerse como voluntarios para el sacrificio en las ceremonias importantes.
Se realizaban las llamadas guerras floridas con el fin de hacer prisioneros para el sacrificio.
A las mujeres se les enseñaban todas las modalidades de los quehaceres domésticos, además preparar los alimentos. A los hombres se les inculcaba la vocación guerrera. Desde pequeños se les formaba para que fueran fuertes, de modo que los bañaban con agua fría, los abrigaban con ropa ligera y dormían en el suelo. Se procuraba fortalecer el carácter de los niños mediante castigos severos y el fomento de los valores primordiales como amor a la verdad, la justicia y el deber, respeto a los padres y a los ancianos, rechazo a la mentira y al libertinaje, misericordia con los pobres y los desvalidos. Los jóvenes aprendían música, bailes y cantos, además de religión, historia, matemáticas, interpretación de los códices, artes marciales, escritura, conocimiento del calendario, entre otras disciplinas.